Santiago Auserón, también conocido como Juan Perro, es uno de los más curiosos e inquietos personajes de nuestra fauna musical. Cuatro décadas lleva cantando y contando historias, siempre en busca de nuevos sonidos que incorporar a su acervo, siempre ávido de descubrir y aprender. Un viajero impenitente que prefiere seguir siendo aprendiz antes que ser considerado un maestro.

Santiago Auserón, pensativo ante el micrófono con su guitarra © Javi G. Espinosa
Hay músicos que sólo buscan un fin, sin importarles los medios ni el camino a recorrer, mientras para otros precisamente lo interesante es el recorrido: ir descubriendo gentes, lugares y cosas, y ver hasta donde te pueden acabar llevando. Santiago Auserón no ha buscado el éxito o la fama a cualquier precio, más bien al contrario. Habiéndolos alcanzado en su etapa al frente de Radio Futura, acabó huyendo de ellos porque su búsqueda es otra: la de sonidos, personajes y experiencias que puedan aportarle algo interesante y enriquecedor. Lo importante siempre es aprender cosas nuevas, y este Perro siempre anda olfateando y husmeando en busca de nuevas sensaciones, no solo sonoras sino vitales.
Personaje destacado de la escena musical de los 80, junto a su hermano Luis y al malogrado Enrique Sierra llegó a lo más alto, pero siempre tuvo inquietudes más allá de Radio Futura. Ya antes de que el grupo alcanzara su mayor esplendor, Santiago empezó a buscar sendas personales alternativas, como fueron algunas de sus intervenciones en “La Bola de Cristal” (aquel mítico programa televisivo creado por la recién desaparecida Lolo Rico). Luego vino ese interés recurrente por sonidos del otro lado del charco, patentes ya en los últimos trabajos de Radio Futura, y finalmente su vuelo en solitario, adoptando el nombre de ese personaje que daba título a uno de los mejores discos de la banda a la que acababan de poner fin.
Aunque no sólo de música vive el Perro: antes de enrolarse como cantante Santiago ya se había licenciado en filosofía (estudiando la carrera entre Madrid y París), y recientemente obtuvo su Doctorado Cum Laude en la Universidad Complutense con una tesis titulada Música en los fundamentos del lógos. No en vano lleva desde sus tiempos de estudiante escribiendo artículos de música y arte para diversos medios, aparte de ser uno de los más grandes letristas del pop español, con un estilo muy personal y reconocible. En definitiva, un artista polifacético con una carrera casi inabarcable, que sigue expandiendo sus miras y sus horizontes, siempre inquieto y siempre humilde, como suelen ser las personas más sabias.
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