Bob Marley, el apóstol rasta: llevando el reggae de Jamaica al mundo

No sólo puso a Jamaica definitivamente en el mapa, sino que fue el principal responsable de hacer llegar a todo el planeta uno de sus tesoros musicales más valiosos, el reggae, unido de manera indisoluble a la cultura rastafari, de la que Bob Marley ha sido el principal difusor.

Bob Marley en Londres, by David Corio

Su mensaje de paz, amor y armonía llegó muy lejos a través de su música, pero ese mensaje también hablaba de revolución, de trincheras, de resistir y de reclamar derechos. Igualmente, su actitud serena y reflexiva cuando hablaba largo y tendido sobre estos y otros asuntos, se tornaba beligerancia artística y agitación combativa cuando se subía a un escenario, transformándose en una especie de guerrero y entrando en un trance hipnótico que le confería un aura de liderazgo y un halo de majestad que arrastraba inevitablemente a las multitudes. Su figura resplandecía con un brillo casi mágico, concentrando las miradas y los oídos de todos los presentes, mientras se agitaba frenéticamente con los ojos cerrados para tratar de abrir las mentes y liberar los espíritus.

Algo que puede apreciarse perfectamente en esta imagen captada por David Corio en la que sería su última actuación en Londres, en el Crystal Palace – según recuerda el propio Corio, tuvo que meterse hasta la cintura en el lago para poder acercarse al escenario y sacarle estos primeros planos. Las trenzas sacudiéndose anárquicamente, invitando al movimiento, a no quedarse quietos, a ponerse en marcha en todos los sentidos para alcanzar la meta de un mundo diferente y mejor. Aquel jovenzuelo que comenzó su andadura en la música a principios de los sesenta junto a Bunny Wailer y Peter Tosh como The Wailin’ Wailers – nombre que luego se acortaría, cuando en los setenta se produce el despegue definitivo de su carrera. Pero, por desgracia, con solo 36 años nos dejó: el cáncer nos privó demasiado pronto de un personaje singular, cuya leyenda quedará viva para siempre.

En Jamaica su figura es algo más que un símbolo, forma parte de la identidad nacional, porque de alguna manera esta isla se asocia ya inevitablemente a Bob Marley. Un artista que llegó a ser tan grande como una nación entera.

Si queréis saber más de Bob, de su vida y de su obra, os recomendamos el reciente (y extenso) documental «Marley«. Y si queréis conocer más sobre el trabajo gráfico de David Corio alrededor de las músicas negras, os recomendamos su libro The Black Chord.