Un tipo con aspecto de marine, combativo y aguerrido, sin pelos en la lengua y con su atlético cuerpo cubierto de tatuajes. Esa podría ser una manera de definir a Henry Rollins. Su energía y su entrega en cada concierto eran brutales, y su presencia sobre el escenario, imponente. Todo un icono del punk rock de los 80.
Cantante, compositor, escritor, activista, actor, presentador de TV y unas cuantas cosas más, ha aparcado su carrera musical y ahora se centra en su programa de radio y sigue haciendo giras, pero sin banda ni música, con la palabra como único instrumento – eso que en América llaman speaking tours. Y no parece tener ganas de volver a los estudios ni a los conciertos, que considera una etapa de su vida ya finalizada. Parece que estas otras formas de recorrer lugares y encandilar audiencias son ahora su elección vital, aunque con personajes como Henry Rollins nunca se sabe…
Pasó de poner la voz a bandas locales como State of Alert en su Washington DC natal, a formar parte de uno de sus grupos favoritos: los californianos Black Flag, con quienes ya venía teniendo cierta amistad, y había llegado a cantar un tema con ellos en un concierto improvisado en un bar. Henry se mudó de costa y, hasta su separación en 1986, aportó su esencia al grupo – cosa que le procuró no pocos problemas con algunos seguidores, para los que Rollins había desvirtuado el espíritu original de Black Flag.
Su camino en solitario ya había dado los primeros pasos – incluyendo sus primeros shows y grabaciones de spoken word – así que la siguiente opción parecía clara: crear su propia formación, la Rollins Band, con la que se acercó más al sonido metal sin perder la actitud punk, y cuya contundencia incontestable en directo se reflejaba bien en sus discos. Su éxito fue en aumento durante los 90, pero con el nuevo siglo ha ido aparcando la música en favor de sus otras actividades (canalizadas en buena parte a través de su propio sello, 2.13.61 – su fecha de nacimiento).
Aquí os mostramos una serie de fotos tomada en la última gira al frente de la Rollins Band, en la emblemática House of Blues de Chicago en 2006, obra de Adam Bielawski, fotógrafo especializado en el mundo del espectáculo en general y de la música en particular – además de co-editor de la revista UnRated Magazine. Una buena muestra de la imponente estampa de Henry Rollins en su papel de cantante, bajo los focos y con un micro en la mano.
Y ya sabéis: más fotos que se oyen y más música que se ve en nuestras redes sociales: